Y ahí estaba…tan bella como siempre. Ese aspecto…¿cómo definirlo? Loco, despistado…frágil a la vez. Me encantaba.
- Dime una cosa… ¿dónde tienes el imán?
- ¿Imán?
- Si. – le dije sonriendo. – ¿Es que no ves la forma en que me atraes?
Sonrió dulcemente y me besó.
Si. Definitivamente me encantaba.