domingo, 17 de junio de 2012

¿Lo harás?

Sentada en su ventana intentaba observar el exterior, pero las lágrimas no ayudaban. Oyó un leve canto. Era bonito, pero se sentía la tristeza en sus notas. Fijando la mirada, descubrió un pequeño polluelo de jilguero que intentaba dejar el suelo atrás. Batía sus pequeñas alas rápido, mas no conseguía despegar.

El pequeño lo intentaba una y otra vez. Sin miedo a caerse de nuevo.

Y ella le envidiaba. Envidiaba la intensidad con la que luchaba. La intensidad con la que no se rendía. ¿Y por qué se iba a rendir? Había nacido para eso, ¿verdad? Había nacido para volar. Simplemente tenía que conseguirlo.

Sabía que ese polluelo despegaría. Volaría y se convertiría en un hermoso jilguero. Exploraría cielos y cielos, exhibiendo su máscara roja a las demás aves. "Eh, ¿ves este rojo? Cuando sea el primer jilguero en ir a la Luna, no lo olvidarás" ¿Qué? Los jilgueros también tienen derecho a soñar, ¿no? Sería el jilguero con el canto más melódico que jamás haya visto Madre Tierra.

 ¿Pero sabes tú por qué llegaría a serlo? Porque ese maldito polluelo no se iba a rendir. ¡Vamos, vamos, vamos! ¡Provoca huracanes con ese aleteo, pequeño! ¡Que no se diga!

¿Conseguirá ese polluelo convertirse en un grandioso jilguero?
 Y lo más importante: ¿Lo conseguirás tú?

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